martes, 8 de septiembre de 2015

DIA 2 de Abril – Día Mundial de Concientización sobre el AUTISMO


Proyecto Villazul: Un disco para integrar

Entrevista con Fabián Marquisio, músico y padre de Antonio quien padece austimo

Villazul es un disco con canciones motoras dirigidas a niños con TEA (trastornos de espectro autista) y capacidades diferentes. El proyecto del disco nace cuando el músico uruguayo Fabián Marquisio y su mujer se dan cuenta de que su hijo mayor,  Antonio, que posee TEA, realizaba las actividades de modo mucho más alegre cuando se las presentaban cantando. A partir de allí, comienza la búsqueda de algún disco que recopilase canciones con actividades. Al darse cuenta de que ese material no existía, Marquisio decide realizar este disco para compartir la experiencia con otras familias.

El propio músico asegura que la idea original era hacer un disco muy chiquito, con una guitarra y una voz cantando las actividades. De a poco y casi sin buscarlo, se fueron sumando artistas y músicos. Y el disco Villazul pasó a llamarse el Proyecto Villazul y más que un disco, asegura Marquisio, “es un colectivo de gente que busca una mayor concientización sobre la temática de los trastornos relacionados con el autismo”.

A este proyecto original se sumaron artistas de Uruguay, como Estela Magnone, que es una gran compositora y amiga del creador del disco. Al tiempo se sumó Malena Muyala y así se fueron incorporando cada vez más músicos. También se sumaron artistas argentinos del talento de Sandra Mihanovich o Patricio Giménez; llegando a ser 50 artistas que aportaron su impronta, sus instrumentos y sus historias. Después de un año de trabajo casi artesanal, el disco salió al público el 18 de Diciembre de 2014.

Hoy Villazul se encuentra en el séptimo puesto entre los discos más vendidos del país vecino, Uruguay. Su creador dice estar muy sorprendido con esta repercusión ya que fue un disco hecho a pulmón. Cuenta que, cuando salió el disco, él estaba muy nervioso. Si bien él sabía que las canciones eran una buena terapia y que habían dado resultado con Antonio, no podía dimensionar las ramificaciones que tendría. El músico relata que, durante los primeros días, pensó que se trataba de un fracaso absoluto, ya que nadie le decía nada. No le importaba el tema musical o las ventas, pero quería enterarse de algún niño que se hubiera cepillado los dientes con esa canción.
Y así fue. Al poco tiempo, empezaron a llegar las anécdotas a través de la página de Facebook de Villazul. La gente le contaba cómo su hijo había tomado el remedio o había bailado por primera vez. Y así, se fueron sumando historias como la de una familia que cantaba la canción para ir a la playa todos los días del verano. Marquisio asegura que saber estas cosas vale más que cualquier premio. Saber que se está ayudando a una familia con un niño con capacidades diferentes es la mejor paga para cualquier trabajo.

Todos los artistas, cree Fabián, son personas muy en contacto con su sensibilidad, pero la mayoría de las veces no tiene la posibilidad de sentir que su arte ha hecho algo para mejorar la vida de la gente. Se sabe que la música tiene una influencia en la vida de las personas, pero pocas veces se puede ver de una manera tan directa.  Marquisio resalta el sentimiento de ver un niño con discapacidad aprendiendo una canción suya y la enorme satisfacción de ver lo que el disco genera en el público.

Además, el disco ha tenido otro tipo de repercusiones. Si bien es cierto que existen numerosos grupos o sociedades de padres de niños con capacidades diferentes, muchas familias no lo saben o no se animan a acercase.  Se trata de temas muy íntimos donde hay que aceptar en primer lugar esa circunstancia y hay muchas personas que no se deciden a acercarse. Por eso fue impresionante ver cómo, a través de Villazul, mucha gente se conectó con estos movimientos. Sucedió de padres que admiraban o conocían a alguno de los artistas y a través de ellos se los pudo contactar con algún grupo de su ciudad. De este modo se generó, asegura Marquisio, una red muy buena y necesaria ya que de eso se trata la verdadera sociedad en la que se apoyan y ayudan entre todos.

Además, el hecho de que artistas reconocidos participaran del proyecto tuvo un impacto enorme en la concientización sobre trastornos como TEA, Asperger, etc. Según Marquisio, los artistas son referentes sociales que, muchas veces, son más escuchados que otras personas. Por eso, el hecho de que NTVG, o Rada, o Sandra Mihanovich estuviesen hablando de estas temáticas, las puso en la agenda de un modo especial. Y es importante tomar conciencia de la relevancia de estos temas, ya que, si bien en Uruguay se ha avanzado mucho en la legislación, todavía hay mucho para crecer en integración. Debe popularizarse a nivel social el conocimiento de estos trastornos y el modo de tratar a los niños con capacidades diferentes. Y esa integración real, esa no discriminación, debe nacer del seno las personas y la sociedad es, en muchos casos, todavía reticente.

En este momento, Fabián Marquisio está trabajando para editar el disco en Argentina o lograr que alguien tome la idea y realice su propio disco. El proyecto de Villazul, asegura,  es un proyecto de cero egoísmo, de cero ganancia. Ninguno de los músicos que trabajó en el disco ganó nada. Todas las ganancias por regalías se invierten en el propio disco o en filmar audiovisuales. Lo importante es lograr que se hable del tema. Que los referentes sociales y artísticos de cada país hablen de esto. Todo lo que sucede con el disco es una excusa para volver sobre lo mismo. Por eso es importante que esté entre los diez más vendidos; que gane un disco de oro o que gane un disco de platino. Cada vez que se habla de Villazul se está hablando de integración, y eso es lo importante.  


En Pehuajo, y desde aquí para el resto de Argentina, el disco se vende a través del programa radial Citas de Radio, por un valor de $70. Quienes deseen ponerse en contacto para adquirirlo, pueden hacerlo a citasderadio@gmail.com, o por mensaje al 02395 15403047.

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