Alberto
Fernando Pochulu es Fernando Bravo, conductor de radio y televisión. Con una
vasta carrera en conducción, actualmente conduce Bravo.Continental de
Lunes a Viernes por Radio Continental. Del otro lado del micrófono, en una
entrevista radial, cuenta su historia, el inicio de su vocación y sus rutinas
de trabajo. Una mirada a la persona detrás de la voz.
“Yo soy de
San Pedro, provincia de Buenos Aires, y, como tantos locutores de interior que
son de mi generación, arranqué mi camino radial recorriendo el pueblo con una
propaladora y un carrito. Las nuevas generación tienen, quizás, la posibilidad
de alguna radio FM local, pero en aquellos años eso no existía. Por eso, mi
comienzo fue común al de Antonio Carrizo, al de Héctor Larrea…. Somos de una
generación de tipos que venimos de la propaladora. El carnet habilitante como
conductor lo tengo desde 1968, cuando me recibí en el ISER; pero ya desde que estaba
con la propaladora me hacia la fantasía de que tenía un programa de radio de
música, jugaba a eso.
La de la
radio es una vocación que se va descubriendo de a poco. Cada vez te va gustando
un poco más y más y más. Como las relaciones de noviazgo. Te enganchás con una
piba y te va gustando cada vez un poquito más. ¡Hasta que te casás! Con la
profesión pasa algo parecido. La vas descubriendo, te va entusiasmando, te va
generando satisfacciones. Te das cuenta de que podés hacerlo. Tenés facilidad,
no estas inhibido, te subís a un escenario sin inhibiciones, sin temores. Esas
cosas te hacen ir descubriendo una profesión y una vocación. Y se sigue
creciendo y aprendiendo con cada programa.
El mejor
programa siempre es el último, porque allí uno resume todo lo aprendido y todos
los errores cometidos. A diario se cometen errores, y, cuando termina el
programa me doy cuenta de las cosas que debería haber hecho de otra manera, o
de la idea que no me surgió o de que no fui lo suficientemente creativo. A veces
es el público el que apunta los errores, pero muchas otras yo mismo descubro
cosas que mis propios compañeros de programa no notaron. Son balances que yo
hago, porque el oyente recibe lo que nosotros le entregamos, pero no sabe lo
que no le entregamos. Pero eso pasa en todas las actividades de la vida. Nunca
se logra la experiencia suprema de no equivocarse.
Soy muy
exigente conmigo mismo. Exigente desde el punto de vista de mi crecimiento. Si
yo reposara en lo que conseguí y no me exigiera cada día, entonces debería irme
a mi casa. Esa exigencia cotidiana me hace hacer las cosas cada día mejor, ser
creativo, encontrar nuevas idea. Yo mismo superarme, intentando entregar cada
día un producto mejor. Por eso me preparo para cada programa como lo hago hace
cuarenta y pico de años cuando empecé
trabajar en este este medio. Yo armo el programa a la mañana como si fuera
el primero pero también como si fuera el último. De esa manera entrego todo, no
me ahorro nada.
¿Cómo es mi
rutina de trabajo? Uno nunca para de trabajar para este trabajo de la radio.
Salgo, veo la televisión, leo, camino. Porque uno, lo que refleja en un
programa de radio es la vida. El programa no es un paréntesis en la vida. Yo me
llevo por delante las noticias, las proceso, las veo, las miro. Además, yo no
trabajo con libreto prestado, trabajo con libreto propio. Todo lo que yo aplico
es literatura personal que expreso por las ideas, que expreso por lo que
siento, por lo que pienso, por lo que tengo ganas de decir, por donde quiero
hacer transitar mi discurso.
Una cosa que
practiqué a lo largo de mi carrera profesional fue no tener expectativas a
largo plazo. Ir haciendo lo que el cuerpo me pedía día a día y tener
expectativas más inmediatas. Voy dando pasos más cortos y resolviendo cada día.
Por eso agradezco haber tomado la decisión de irme de Radio del Plata en el
2009, ya que el ambiente estaba enrarecido. No se puede estar en un lugar
incómodo o donde no se siente acompañado o con libertad para hacer el trabajo.
Hoy, en Continental me encuentro cómodo y eso es muy importante. Es fundamental
que en un equipo de radio haya buena sintonía, tiene que haber amabilidad,
compañerismo, una buena relación. En radio y televisión hay que trabajar con
gente con la que te llevas bien. Tiene que haber una relación franca, sincera,
porque si es de otra manera eso se nota en el aire.
Hay que ir
recorriendo el camino día a día, paso a paso. Por eso entendí perfectamente el
pase de Alfredo Leuco a Radio Mitre. Tuvimos 15 años de vida radial compartida
y teníamos un modelo de trabajo muy establecido. Teníamos una dupla. Pero él
recibió una oferta para hacer su propio programa y eso es algo que yo entiendo.
Seguimos siendo muy amigos. Por otro lado, con los cambios vamos encontrando
nuevos estímulos para modificar el programa y seguir creciendo.
No me gusta
dar consejos a los que empiezan su carrera en el medio. Cada uno debe ir
encontrando su propia línea, su propio lugar. Cada uno tiene su propia forma de
expresarse, su propia forma de comunicar y sus propios objetivos con el medio.
Es importante tener claro cuáles son los objetivos, adónde quiero llegar, de
qué manera quiero servir a la sociedad, de qué manera puedo ser útil a la
gente. Eso es una tarea y una búsqueda personal de cada uno. No se debe
subestimar al medio, hay que darle la mayor dedicación que sea posible y en lo
personal cargar el disco rígido todo lo posible porque eso vuelve en algún
momento en beneficio del oyente. Hay que alimentarse para poder dar”.
Citas de Radio se emite los
martes, miércoles y jueves de 13 a 15.30 hrs por FM City 90.1,
www.cityenlinea.com.ar
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