Juana Pereyra Iraola: “El
planeta es uno solo y no alcanza”
Juana es miembro de la Alianza Pachamama y en esta
entrevista en el programa Citas de Radio narra cómo fue su viaje espiritual y
naturista la Selva Amazónica en Ecuador
donde llegó a conocer la modalidad de vida de la tribu Zapara.
¿Por qué fuiste a
Ecuador y qué es la Alianza Pachamama?
La Alianza Pachamama es una organización que se funda hace
unos 20 años cuando la etnia amazónica de los Achuar a través de sus chamanes,
sus visiones y sus sueños comienzan a presentir una amenaza con la que no podían
lidiar solos. Por este motivo buscaron aliarse con aquello que los amenazaba,
buscaron aliarse con alguien del mundo moderno. Ese llamado fue oído por un
grupo de norteamericanos que llega a Ecuador. De ese modo se forma la Alianza Pachamama.
No se trata de un grupo de extranjeros que viene a ayudar a los indígenas.
Vienen a aliarse con ellos.
Esa amenaza que presentían los Achuar era la amenaza del
petróleo. Ellos habían visto que las exploraciones petroleras habían causado
destrozos en la comunidad Shuar. Entonces los Achuar deciden aliarse con un
grupo de norteamericanos para trabajar en conjunto. En una primera instancia,
los americanos ayudaron a los Achuar proveyéndoles de herramientas como
abogados ambientalistas, GPS, radios, métodos para medir sus territorios,
información sobre sus derechos, etc. Pero en una segunda etapa son los
americanos los que deben salir al mundo moderno a concientizar sobre la
imposibilidad de sostener el ritmo de vida que propone la modernidad. Es
necesario cambiar el sueño de consumo, el sueño del mundo moderno que está
haciendo estragos. El planeta que tenemos no alcanza para sostener este estilo
de vida.
Sin ir para atrás con la tecnología y el conocimiento, se
puede vivir de un modo más sostenible y respetuoso. Un modo ecológicamente
sustentable, socialmente justo y espiritualmente pleno.
¿Cuál es tu rol en esta
Alianza Pachamama?
Yo soy
facilitadora de este Simposio de Concientización. Y como yo hay mucha gente en
muchas partes del mundo. En Iberoamérica, incluyendo España, hemos formado un
grupo de líderes iberoamericanos que trabaja para unir el conocimiento de los
pueblos originarios con la tecnología del mundo moderno.
Nos reunimos una vez por año en diferentes lugares. Ya nos habíamos
reunido en Colombia y en México. Uno de los miembros de este grupo es uno de
los líderes indígenas que se llama Manari Uyingua que nos pidió que, en esta
oportunidad, nos reunamos en su comunidad Zapara en la amazonia ecuatoriana y
allí fuimos.
¿Cómo es la comunidad
Zapara?
La comunidad Zapara es muy diferente de la de los Achuar. Es
una comunidad en extinción, ya que sólo quedan 575 zaparas. Son un pueblo muy
pacifico, nunca fueron guerreros. Tienen un conocimiento impresionante de las
plantas, de lo natural, y tienen también una fuerte concepción espiritual.
Ellos creen que el mundo espiritual se manifiesta en el mundo físico.
Pescan, cazan, plantan fruta y yuca. Toman mucha chicha de
yuca, que es muy alimenticia. Ellos están muy conscientes de estar protegiendo
la selva. Saben que si muere la selva, ellos mueren. Los Zapara se sienten
invadidos en su territorio con las exploraciones de petróleo. Poseen una
concepción muy espiritual de la naturaleza y creen que si un árbol pierde su
espíritu aunque siga en pie ya no sirve, pierde sus propiedades. Lo que ellos
quieren es mantener su cultura y pasar sus conocimientos. Quieren darse a
conocer, no quieren desaparecer en silencio.
¿Por qué crees que fue
un viaje tan movilizante para vos?
En un determinado momento miré a mi alrededor y vi la selva,
el río. Todo ese paisaje tan bucólico que parecía el escenario de una película
y me pregunte qué estaba haciendo allí. ¿Cuál era el verdadero fin de ese viaje?
Y creo que la finalidad era que yo fuera testigo de que esa gente existe. Que
vive contemporáneamente a nosotros pasando en sus canoas y criando a sus hijos.
Ellos dicen que son dueños del tiempo y no el tiempo dueño de
ellos como pasa en las ciudades. Y están dispuestos a cuidar nuestros pulmones.
Porque el mundo es uno solo. El hombre moderno tiene una mirada muy ignorante
creyendo que las cosas no tienen consecuencias. Que se puede avanzar sobre la
selva en busca de petróleo y nada va a pasar. Debemos suspender esa mirada
materialista que tenemos para comprender que hay otro nivel de realidad. Lo que
los Zapara protegen es algo insustituible para todo el planeta. Y ellos confían
en dar a conocer ese mensaje. Por eso yo estoy tan conmovida. Porque ellos
confiaron en mi para que yo sea su voz. Yo y muchos otros. Porque ellos abren
su corazón, abren sus casas, abren la forma en que viven.
¿Además de la
naturaleza, en que otra dimensión de su vida cotidiana se revela su faceta
espiritual?
En todas. Ellos se conectan con el espíritu de todo, de las
personas y de la naturaleza. Ellos no creen que el hombre sea superior. Ellos
creen ser parte de lo mismo, de una misma armonía. Al llegar nos recibieron
pintándonos la cara y nos dieron un nombre Zapara. A mí me llamaron Tuaru, que
es el nombre de una lora que vive en lo más profundo de la selva, que es muy
inteligente y reúne distintos conocimientos y los transmite. A la chica que se
ocupa de la logística en la organización del grupo le dijeron tu eres Pacari,
una lora que resuelve situaciones. Tienen una percepción muy espiritual.
¿Tienen algún tipo de
representación en el gobierno de Ecuador? ¿Hay alguien que los esté ayudando a
nivel político?
No exclusivamente los Zapara pero sí el conjunto de todos los
grupos. Tienen una organización política muy importante. El gobierno de Rafael
Correa ha hecho varios proyectos sociales muy interesantes. Ha hecho proyectos
en educación y en salud. Hay algunos indígenas que están a favor de Correa y
otros no. En la asamblea que realizan cada 3 años reúnen sus autoridades y han
llegado a un acuerdo común que es el rechazo al petróleo.
¿Crees que el contexto
de una mayor conciencia ambiental a nivel mundial puede colaborar para que su
reclamo sea escuchado?
Hay un dicho que dice que si crees que todo va a salir
siempre bien, entonces no harás nada. Y si crees que todo siempre va a salir
mal, tampoco harás nada. Depende de nosotros. Depende del crecimiento de la
conciencia de todo el mundo. ¿Cuánto estamos necesitando del petróleo? ¿Cuánto
creemos que el planeta resiste?
Ellos son personas muy libres, porque es poco lo que
necesitan. Pero no están cerrados. Tienen paneles solares y cargan los
celulares y tienen lamparitas a la noche. Ellos no quieren aislarse, buscan un
intercambio de las cosas buenas de las diferentes culturas. Un trabajo conjunto
que posibilite un mundo sostenible para todos.
Juana, después de una
experiencia tan fuerte y tan profunda, ¿cómo fue la vuelta a la vida cotidiana?
Existe una leyenda que dice que el águila es un ave que
representa las sociedades más avanzadas, más científicas, más del intelecto. El
cóndor, en cambio, representa sociedades más espirituales, más emocionales y
menos desarrolladas científicamente. La leyenda cuenta que en los últimos 500
años dominó el águila, pero que a partir de ahora el águila y el cóndor van a
volar juntos en el mismo cielo, vamos a unir esas dos visiones.
Cuando salimos de la selva estuvimos dos días trabajando como
águilas haciendo pronósticos y proyectos. Al volver a Pehuajó llegué con el
corazón muy abierto, muy sensibilizado. De a poco me voy acomodando, pero sé
que después de este viaje ya no soy la misma…
Citas de Radio se emite
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