martes, 10 de junio de 2014

“La risa cura el dolor” Charlando con Mario De Candia


Mario de Candia es  locutor, actor de doblaje y comediante. Se lo puede ver de lunes a viernes en Bendita TV o en su espectáculo teatral Bendita Comedia, que se presentó el domingo 9, en la Escuela Normal de Pehuajó. El show tuvo momentos de stand up, monólogos y sketchs. Unos días antes del espectáculo, Mario habló con el programa Citas de Radio (emitido por FM City 90.1) sobre su carrera, su historia y sus personajes.

¿Qué es el stand up? ¿Cómo lo definirías?
El stand up es, básicamente, humor de observación. Humor sobre lo cotidiano, sobre lo que nos pasa a todos, todos los día, la vida, ser hombre, ser mujer, el trabajo, la profesión, las cosas que me pasan todos los días, los hijos, la vida en pareja. Las cosas de todos los días volcadas al humor, o miradas desde el humor.
Yo tengo una frase de cabecera que es: Tragedia más tiempo es comedia. De cualquier cosa te podes reír si pasó el tiempo suficiente aunque en el momento sea doloroso. Eso hace que nosotros, los humanos, nos curemos del dolor, nos curamos a través del humor, a través de la risa.

¿Siempre tuviste esa mirada sobre la vida o la fuiste desarrollando en el tiempo?
Cuando era chiquito yo era boy scout y ya a los 5 o 6 años contaba chistes en los fogones. Daba gracia que un nenito chiquitito contara chistes, además siempre fui de baja estatura (ahora debo medir 1,70m con mucha suerte, viento a favor, inclinado y con tacos!) Entonces empecé con eso. Pero siempre fui muy ácido con las cosas que me pasaron a mí. Incluso algunas como que he llegado a hacer chistes, aunque me ligué un par de codazos de mi mamá y de mi hermana, en el velorio de mi papá por ejemplo. Soy bastante desubicado.

El humor pasa a tener un rol terapéutico para vos…
Yo estoy convencido de que nos curamos a través del humor, que la risa cura. Hay una teoría que dice que si uno hace el gesto de la risa con la cara aunque no esté contento o con ganas de reírse, el organismo libera las mismas endorfinas que libera cuando te reis de verdad y con el tiempo genera bienestar. Sólo hacer el gesto de reírse ya es bueno para la salud.

¿Cómo un nene que hacía chistes en los fogones llega a ser locutor y comediante reconocido?
Con mucho esfuerzo. Yo llego a la carrera de locutor con 35 años. Me costó bastante llegar hasta ahí y poder desarrollar esto que siempre fue mi sueño desde chiquito. Pero la vida a veces te lleva por un camino y por otro. He sido remisero, también fui sereno, hasta que me tocó esto de la tele, de la radio, del teatro. Pero siempre tuve la mira puesta en esto que estoy haciendo ahora. Es como un sueño cumplido.
Siendo sereno y remisero escuchás muchas cosas. Sobre todo en el remis hay muchas historias. Y alguna persona que ha viajado conmigo en el remise se debe sentir reflejada en algunas cosas que cuento.

También sos actor de doblaje y eso requiere de una plasticidad muy especial ya que tenés que construir un personaje sólo con la voz. ¿Cómo te preparas para eso?
Es un desafío. Lo que pasa con el doblaje es que te enterás de qué vas a doblar el día que llegas al estudio y no tenés una preparación previa. Se ensaya cada escena y se hace en ese momento. Lo que hay que tener es la capacidad de reproducir con la voz distintos estados de ánimo. Incluso estados físicos. Si el tipo se está peleando, si lo están matando a golpes, si está llorando… Eso hay que reproducirlo casi instantáneamente y es un hermoso desafío para el actor hacer esas cosas.

Mario, de todas las actividades por las que pasaste, ¿cuál es la que más te gusta?
Yo creo que el teatro es la que más me satisface. En la tele y en el doblaje puedo explotar lo que tengo pero el resultado es muy difícil de medir. No estoy viendo a la gente que está viendo el programa ni a la gente que está viendo la película en la que yo trabajé. En el teatro veo las caras. A mis compañeros (Lucas Rodríguez y Roberto Galati) y a mí, nos encanta pararnos en la puerta del teatro al finalizar la función y despedirnos del público que nos vio. Nos gusta tener ese intercambio, sacarnos una foto, saludar, que nos digan si les gusto o no les gustó.   Esa posibilidad sólo te la da el teatro.

¿Cómo cuidas tu voz?
En realidad, no la cuido mucho. Yo hago personajes muy extremos. Por ejemplo hago para Disney, en el programa Henry Monstruito, la voz del papá, que es una voz muy exigida, de monstruo, que además canta. Son voces muy cascadas y con muchos tonos diferentes porque es un programa para niños. Y haciendo ese tipo de cosas no cuidas demasiado la voz. Lo mejor es dormir 8 horas, tratar de descansar, no hablar donde hay mucho ruido o un volumen muy fuerte. Cuando voy con mis amigos a comer o en una cena familiar en la que hay mucha gente en la casa hablo poquito y trato de acercarme a la persona para no tener que forzar la voz.

¿En las reuniones sociales te piden que hagas los personajes?
Siempre. A mí no me molesta, me encanta. Tengo 4 hermanas mujeres y 11 sobrinos de diferentes edades, desde los 20 años hasta los 2 y medio. Y les hago personajes a todos, y juego con todos. No me pesa para nada.

¿Y qué te hace reír a vos?
Todo (risas). Si puedo, todo. Lo que más me hace reír son las cosas de todos los días. Me gusta mucho el humor del stand up. Del tipo solo en el escenario con nada más que lo que tiene adentro, el micrófono y el público.

Cuando escuchas otros stand up ¿te permitís relajarte y observar al colega o seguís en la sintonía laboral?
Me cuesta un montón. Cuando invito comediantes a Bendita o trato de conocer comediantes nuevos que puedan venir al programa, me cuesta salir del rol y no pensar que podría por ejemplo haber rematado el chiste de otra manera y esas cosas. Me cuesta horrores.

¿Qué locutor te gusta?
Hay muchos. Me gusta por ejemplo Lalo Mir. Héctor Larrea me parece que es el prócer de la locución, el tipo que entendió mejor cómo era la radio e incluso la tele. De los actuales, Fabián Cerfoglio, el locutor de Duro de Domar, Hernán Chiozza, que era microfonito en el programa de Jorge Guinsburg. Javi Hernández, el locutor de Sin Codificar también me gusta. Hay muchos que me gustan mucho.

Para escuchar la entrevista completa visita hace click en:




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